El metabolismo basal es clave para poder bajar de peso.

Quién no se ha preguntado en un cumpleaños “¿Cómo hace esa persona para comer lo que come y estar tan flaco?”.
El factor genético es importante, pero solo existe un 3 % de personas que comen lo que quieren y no engordan. Entonces, en el 97% de la población existen factores que inciden directamente en el metabolismo basal y si este baja, estaremos condenados a aumentar de peso.
La relación entre la cantidad de tejido muscular y el tejido adiposo es la solución definitiva al problema. Cuanto más músculo y menos grasa, más gasto metabólico. Es por eso que las personas que tienen un peso adecuado y buena masa muscular, tienen mucha facilidad para mantener el peso adecuado. Asimismo las personas que tienen gran parte de su peso en tejido adiposo, les resulta muy difícil bajar y mantenerse.
Como realmente es difícil aumentar el tejido muscular, debemos disminuir el tejido adiposo sin bajar el metabolismo. Esto se logra con una combinación adecuada de los alimentos y, si es posible, haciendo ejercicio en forma regular.

La termografía es un examen que mide la generación de calor de los cuerpos. Por medio de ella se puede medir en forma indirecta cuál sería el gasto metabólico de una persona.
Va del rojo fuerte al azul oscuro y nos permite ver en qué realidad está cada persona en cada momento de su vida.

Si tiene un metabolismo alto, como es el caso de un atleta flaco que entrena todos los días, el color será rojo casi naranja. Si es un individuo sedentario con un gran exceso de peso será azul oscuro.

¿Cómo cambiar esta realidad?.

Veamos primero lo que no hay que hacer:

  • Nunca hacer ayunos prolongados. Esto es porque el organismo tiene la capacidad de ahorrar (hibernar). Es preciso recordar que esto nos salvó la vida durante miles de años para sobrevivir los períodos de hambruna.
  • Nunca pasar hambre. Por la misma razón que el ítem anterior. No olvidemos que el hambre es un síntoma y debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo; él siempre avisa si nos estamos equivocando.

Esto significa que cuanta más hambre pasemos y cuanto más ayuno hagamos más azules y con más tendencia a aumentar de peso estaremos.
El ejercicio es muy útil para aumentar nuestro metabolismo, pero la realidad es que la mayoría de las personas no realiza una actividad adecuada y cuando la realiza, ya tiene sobrepeso lo que hace que no sea efectiva y el paciente se desmoraliza y rápidamente la abandona.
Para poder cambiar el metabolismo y disminuir al mínimo nuestra tendencia a aumentar de peso, no debemos pasar hambre, debemos evitar ayunos prolongados y debemos entender que el ejercicio solo es útil si se realiza de tres a cinco veces por semana, de por vida. Esto es importante para el pronóstico de un descenso de peso, para no rebotar y no recuperar el peso perdido.
El único camino es realizar no menos de cinco ingestas al día y respetar la combinación de lo que se come -nunca contando calorías.
Debemos entender que es fundamental elaborar un plan nutricional. Es necesario un cambio de mentalidad. No podemos pensar en bajar de peso para salir en determinada foto, y al año volvemos a recuperar el mismo peso o más que cuando empezamos.

El objetivo debe ser llegar a un peso adecuado, con un metabolismo alto. Para no tener que seguir una dieta durante toda la vida. En términos de termografía, llegar al peso adecuado con un color rojo o cercano a él. Si el tratamiento se completa con ejercicio regular, mejor, pero lo más importante sigue siendo el número de ingestas diarias y la combinación de los alimentos.