“Doctor esta semana baje muy bien, casi 4 kilos pero sufrí, pase hambre y ansiedad y ya no doy más, no sé cómo voy a enfrentar la semana que viene”
El peso corporal es sumamente variable, hagamos la prueba, si nos pesamos al levantarnos y luego antes de acostarnos veremos que puede haber una diferencia de hasta 2 kilos, esto es natural y esperable y hace que el peso es solo una variable más, de las muchas que hay en el manejo de la obesidad y el sobrepeso.
Lo que sí es verdad es que el peso, más bien es estar pendiente del mismo, “¿cuánto baje hoy?” “¿cuánto baje los últimos dos días?”. Estar pendiente del peso es la causa de fracaso más frecuente de todos los tratamientos para adelgazar.
Existen clínicas en Estados Unidos que solo pesan a los pacientes cada 3 meses y le prohíben que se pesen pues, está comprobado que si el paciente baja mucho come para festejar y si baja poco come por depresión (para que hago dieta si igual no bajo).
Sea cual sea el método para combatir el sobrepeso, lo más importante es pasar bien, es decir no tener hambre ni ansiedad. Disfrutar lo que se come, que nos gusten todos y cada uno de los alimentos y platos a preparar y sobre todo, aprender a disfrutar la comida, pues comer sigue siendo uno de los placeres de la vida.
Es que una dieta no puede ser una cárcel, si una persona que decide bajar de peso para retornar a su peso adecuado, debe ser ayudada, y sobre todo a seguir participando de las reuniones sociales, fiestas, cena en familia, almuerzos de trabajo, etc.
A su vez debemos entablar una estrecha relación con el paciente, para diagnosticar que elementos son los que lo llevaran al fracaso y como todo en medicina, solucionar los, para que el tratamiento sea exitoso.
Diagnosticar este tipo de elementos y darle al paciente armas para combatirlos es la llave para la solución definitiva, pongamos un ejemplo: en Clínica Revital estamos en red con todos los pacientes, esto es que, de lunes a domingo, yo recibo consultas que entran directamente a mi celular y las contesto en el momento, hace tres semanas me manda un mail un paciente, donde me cuenta que está en una reunión de amigos y hay una parrillada completa ¿Qué hago? mi respuesta fue: dos tiras de asado, medio chorizo, medio provolone, media molleja. Tomas bebida light y no comas ni postre ni pan.
El paciente ese lunes cuando se controlo había bajado 2.5 kilos.
Este ejemplo explica cómo debe ser un tratamiento para que sea efectivo, no hay dos caminos en esto, pueden haber diferentes métodos, diferentes escuelas pero; si no respetamos los gustos y la vida de los pacientes el porcentaje de fracaso es siempre muy elevado y lo que es peor, si con gran sacrificio llega al peso adecuado el porcentaje de rebote
es cercano al 100 %.
El médico debe en cada una de las consultas concientizar y ayudar a entender al paciente, explicarle que aumento de peso en años y que no puede pretender, cambiar eso en semanas y que, si está pasando bien, si no está obligado a aislarse, para logar el objetivo va a llegar a la meta.
Otro elemento a tener en cuenta es que sea el mimo médico o nutricionista siempre en todas las consultas, múltiples estudios nos muestran que, cambiar de terapeuta tiene un porcentaje más alto de fracasos, es más , si yo como paciente deposito toda mi confianza en un profesional debo exigir que siempre me atienda el mismo .
Referente al mismo tema, si por los medios radio televisión o internet veo un médico que me parece creíble y voy a su clínica debo exigir que sea él que me vea desde la primera hasta la última consulta, este debe ser un derecho innegociable que deberían exigir todos los pacientes.
El peso corporal es solo una herramienta, saber cuánto bajo el paciente en una semana es solo un dato, lo único importante es cómo se siente el paciente, muchos que llegan al peso ideal me piden seguir con la dieta, pues están pasando bien y no quieren cambiar, ese tal vez es el objetivo más importante, es el camino seguro a un peso adecuado porque un paciente que no disfruta su dieta es un paciente que va directo al fracaso.